El día lunes 21 de abril, luego de casi 100 ediciones de los Premios Oscar, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció una serie de cambios a la forma en que se eligen los ganadores.
Estas modificaciones comenzarán a aplicarse a partir de la edición N°98 de los premios, que se realizará el 15 de marzo de 2026 y prometen traer sustanciales cambios a la forma en que los miembros de la Academia participan en la votación.
El cambio que ha acaparado la mayoría de titulares es que, a partir de esta próxima edición y durante la etapa final de votación, los votantes deberán ver todas las producciones de la categoría en qué van a votar. Esto significa que, una vez se anuncie la lista final de producciones nominadas, los miembros de la academia deberán verlas todas, aunque las reglas no especifican como se verificará si un votante efectivamente las ha visto.
¿Cómo afecta esto a las categorías animadas? Si fuera posible asegurar que los votantes hayan visto todas las películas, no es una exageración decir que esto afectaría sustancialmente, para bien, a las categorías de Mejor Corto y Mejor Película Animada.
Históricamente, estas categorías, a diferencia de Mejor Película Internacional, por ejemplo, no eran obligatorias y, por ende, en una industria en dónde el estigma hacia la animación como producto para niños y los prejuicios a obras extranjeras a EE.UU. siguen muy vigentes, muchos votantes ni siquiera les daban una oportunidad a obras animadas para adultos o producciones de estudios europeos, asiáticos y de Medio Oriente. Cómo olvidar, por ejemplo, cuando en una serie de entrevistas anónimas a votantes realizadas por The Hollywood Reporter en 2015, un miembro de la Academia se refirió a “El Cuento de la Princesa Kaguya” de estudio Ghibli y “Canción del Mar” de Cartoon Saloon, como “mierdas chinas que nunca nadie ve”, admitiendo que no le dio una oportunidad a ninguna de estas dos películas.
Que los miembros ahora estén obligados a ver los filmes significa que, de una forma u otra, deberán darle una oportunidad a obras que desafiarán el entendimiento que muchos tienen de la animación, por lo que no solamente es bueno para la categoría, sino para la industria en general.
Este cambio sin dudas afectará las campañas de marketing. Principal arma en el arsenal de los grandes como Disney o Dreamworks, debido a que antes no era seguro que el votante viera la película si no había oído hablar de ella. Ahora tal vez los estudios deban cambiar el enfoque de las mismas, teniendo en cuenta que filmes con menos recursos pueden tener más posibilidades. Aun así, recordemos que antes de que los votantes estén obligados a ver cinco películas animadas, no serán forzados a ver ni una más, por lo que una buena campaña aún es importante para lograr quedar en la selección final.
Pero además de este notable cambio, ha habido otras novedades relevantes para la escena animada. Se creó la categoría “Mejor Casting” en la que, eventualmente, podríamos llegar a ver un filme animado.
En la categoría “Mejor Película Internacional”, donde hemos visto nominados animados como “Flee” (2021) y “Flow” (2024), se ha expandido la definición de “control creativo” para tener en cuenta las circunstancias de cineastas refugiados o en situación de asilo. Bajo las nuevas normas, el país que envíe la película para su consideración “deberá confirmar que el control creativo del filme estuvo, en su mayoría, en las manos de ciudadanos, residentes, o individuos con estatus de asilo o refugiados”. De esta forma, dificultan que gobiernos autocráticos intervengan en la producción de películas que quieran calificar a Los Oscar.
Estas son las modificaciones más relevantes en cuánto a categorías animadas se refiere. Sin dudas son un cambio en una dirección positiva que podría influenciar futuros ganadores, si se aplican correctamente. Pueden leer la totalidad de las reglas aquí.