Hay una persona en Disney que debe estar teniendo un muy buen día y es quien sugirió que Moana 2 fuera un estreno para cines, en lugar de una serie a estrenarse en Disney+, como originalmente estaba planeado.
La secuela a uno de los grandes éxitos de la empresa del ratón acaba de superar a su predecesora y se convirtió en la tercera película de 2024 en superar los mil millones de dólares en taquilla a nivel internacional, junto a Intensamente 2 y Deadpool y Wolverine (ambas películas de Disney).
Esto, además, se vuelve un caso de estudio y una prueba de que las corrientes han cambiado en comparación al principio de la década.
Comenzamos el 2020 con una pandemia que forzó el cierre de las salas de cine e impulsó a las grandes empresas que ya tenían proyectos de intentar competir con Netflix a acelerar sus planes. Durante esos años nacieron Disney+ (finales de 2019), Paramount+ (2020) y Peacock (2020), por nombrar solo algunos.
Disney en particular, comenzó a enfocarse cada vez más en el streaming, con estrenos en simultáneo o exclusivos de la plataforma, pero algunos como Mulan o Soul no cumplieron con las expectativas.
Sin embargo, el fuego de la pandemia comenzaba a apaciguarse y las salas de cine lentamente volvían a abrir. Aquí pudimos apreciar un periodo de transición en dónde la empresa no terminaba de enfocarse en el streaming del todo, pero tampoco en los estrenos en salas. Ejemplos de esto pueden ser decepciones como Raya y el Último Dragón (2021), Lightyear (2022) o Un Mundo Extraño (2022), que poco después de pobres resultados en cine llegaron a Disney+.
Avanzamos más adelante y en 2024, Bob Chapek, CEO de Disney en aquel momento, es removido de su puesto para el retorno triunfal del previo ocupante del cargo, Bob Iger.
Este último sabía que una estrategia a medias entre streaming y cines no iba a generar éxito para ninguna de las dos, por lo que el nuevo destino para las grandes películas del estudio serían única y exclusivamente las salas de cines. Ocurrió con Elemental (2023), Intensamente 2 (2024) y finalmente se decidió que la serie de Moana con destino a Disney+ se convirtiera en una secuela con estreno en cines.
Esto trajo una serie de complicaciones y polémicas, por ejemplo, debido a que la producción de la serie había sido realizada en su mayoría en Canadá, y que, al volverse una película, tenemos como resultado un gran estreno de Disney animado en su mayoría fuera de Estados Unidos. Así que los animadores están en alerta ante una creciente tendencia de exportar los puestos de trabajo fuera de la cuna de Hollywood.
Polémicas y trasfondo a un lado, el resultado económico es innegablemente exitoso. Estamos ante un filme que demuestra que los cines tienen y deben tener prioridad, al menos en la actualidad, y que, entre Moana 2, Mufasa y Sonic 3, el comienzo de 2025 ha estado colmado de animación con muy buenos resultados.